Es cuando alguien te amenaza con revelar tus imágenes íntimas

para obligarte a hacer algo que no quieres hacer

Traducción para legisladores

Niñas, niños y jóvenes están tratando de moverse en la comunidad y la conexión en la era digital, y las personas adultas intentan no perder el ritmo a la hora protegerles. Desafortunadamente, la tecnología avanza mucho más rápido de lo que las leyes son capaces de responder a nuevas formas de abuso. Al aprender más sobre estas tendencias –como, por ejemplo, la sextorsión– e incluirlas en tu agenda de políticas, puedes ayudar a que niñas y niños se sientan mejor protegidos y asistidos.

Tus próximos pasos

APRENDE MÁS Y MEJORA LAS LEYES QUE PROTEGEN A NIÑAS, NIÑOS Y JÓVENES

Infórmate más sobre la sextorsión

Conoce más sobre las graves consecuencias de este tipo de abuso. La sextorsión es una forma emergente de abuso en internet, en el que los abusadores amenazan con exhibir imágenes sexuales de las víctimas para obligarlas a hacer algo. Los casos varían, pero a menudo los abusadores intentan acosar, avergonzar y controlar a sus víctimas. Las amenazas son reales: 1 de cada 8 víctimas que consultamos se mudó porque tenían miedo por su seguridad.

 

“Como solo me había amenazado y yo le envié voluntariamente las fotos, presuntamente no había nada que [la policía] pudiera hacer”. – Mujer, 17, respondiendo a una encuesta de Thorn.

Acepta los matices

La sextorsión es algo complicado, en especial cuando se trata de niñas, niños y jóvenes. Las leyes con mayor impacto serán las que abarquen la totalidad del ecosistema de abuso y reconozcan el acceso diario de niñas y niños a la tecnología.

 

“Me dijeron que podía ser responsable de hacer y distribuir pornografía infantil.” – Mujer, 14, respondiendo a una encuesta de Thorn.

 

Garantizar a las víctimas sus derechos humanos y un proyecto de vida con dignidad es una obligación de los Estados y estos principios deben ser el centro en el diseño de cualquier política. Si una imagen permanece online, perpetúa el abuso. Las y los jóvenes nos contaron que tienen miedo de denunciar. Podemos ayudar a que se sientan a salvo reconociendo la sextorsión como abuso y ofreciéndoles recursos, incluso si al principio le entregaron voluntariamente una imagen íntima a su eventual abusador.

 

Las fuerzas de seguridad deben recibir capacitación para comprender los matices en estos crímenes, y orientación para enfocarse en el contexto además del contenido.

 

Las compañías tecnológicas no desean que se abuse de niñas y niños dentro de sus plataformas. Necesitan disposiciones legales que las habiliten para reportar abusos en su sitio, y deben adoptar prácticas industriales recomendadas para que sus plataformas sean más seguras para niñas y niños.

Identifica vacíos legales

Comprender las nuevas tendencias puede ayudar a que estas leyes respondan mejor a las necesidades de las personas menores de 18 años, para que más niñas, niños y jóvenes estén protegidos online.

Desarrolla leyes efectivas

Si estás preparando una nueva legislación o actualizando una ley existente, incluye los componentes clave necesarios para que sea efectiva. Cyber Civil Rights Initiative tiene muy buenos consejos en su Guía para Legisladores (únicamente en inglés), incluyendo orientación sobre mens rea, tipos de imágenes cubiertas, y responsabilidad de distribuidores de descarga.

Incluye la sextorsión en tu agenda.

Los miembros de tu equipo que trabajan en tecnología, violencia contra las mujeres, y políticas de seguridad deberían informarse sobre sextorsión como una nueva forma de violencia. Invertir en formas de abordar la sextorsión ahora es una manera de proteger a niñas, niños y jóvenes contra futuros abusos.

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TRADUCCIÓN PARA LAS PERSONAS ADULTAS

La seguridad en la era digital es algo nuevo. Lo más probable es que niñas, niños y  jóvenes se sientan más cómodos moviéndose en comunidades digitales que los adultos, incluso sin saber todo lo necesario para estar a salvo. Los siguientes recursos han sido diseñados para ayudar a las personas adultas y darles herramientas para apoyar a las y los jóvenes.